Archive for the ‘Arte’ Category

Cool Struttin´

Tuesday, September 28th, 2010

Bajar el punto de vista a poca distancia del suelo al disparar puede proporcionar a una fotografí­a tanta fuerza como cualquier procedimiento formal de composición. Por supuesto será difí­cil usar el visor, pero irónicamente una manera de aprender a apreciar el papel que desempeña este a la hora de componer las imágenes es tomar fotografí­as prescindiendo de él.

lightmyfire

Hace unos dí­as miraba el photoblog Just A Toy, la web de Tatsu, que se ha convertido en una de mis visitas nocturnas habituales en la red. Su foto número 1839, tomada a ras de suelo, me llamó la atención de manera especial. Rápidamente me trajo a la memoria aquella magistral instantánea que Francis Wolff tomara para la portada del álbum Cool Struttin´, de Sonny Clark. Un gran trabajo del sello Blue Note que cualquiera que desee iniciarse en el mundo del jazz habrí­a de tener en cuenta. Una carpeta, la de ese disco, que no me canso de mirar.

coolstruttin

Otro photoblog del que soy un asiduo visitante es Publicimages2, web que firma un tal Toru Takagi, que presumiblemente es ciudadano de Kobe. Obviamente para mi su fotografí­a tiene un interés añadido al contar con el mismo marco urbano en el que yo me muevo, el mismo que veo a través del objetivo de mi cámara.

motomachieki

Toru tiene una fijación por las piernas que roza lo fetichista (¡bendito fetiche!). Mirando su trabajo se puede llegar a aprender tanto como usando cualquier tratado sobre composición.

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Tatsusan y Torusan, ¡gracias por ese cool struttin´!

Las fotografí­as mostradas en esta entrada, a excepción de la portada del álbum de Sonny Clarke, pertenecen a Motomachicakeblog.

La mujer buzo, erotismo de la Edo Jidai

Thursday, September 10th, 2009

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The Giant Member Fuji versus King Gidora, 1993.

En la práctica esta fue la obra con la que hice mi debut en el mundo del arte contemporáneo japonés. Con ella mi nombre ganó reconocimiento, si bien es cierto que al mismo tiempo creó el prejuicio entre la gente de que yo era un artista del tipo otaku.
Como mucha gente señala existe una cercana similitud entre el Ukiyo-e, un género pictórico de la era medieval japonesa, y el manga o el anime que hoy en dí­a son tan populares. Ambos están estrechamente conectados a los, con frecuencia, indecentes gustos de la gente y por lo tanto no pueden ser reconocidos como arte, aun siendo las más originales y honestas formas de expresión visual para los japoneses. Desde mis tiempos de estudiante ha sido para mi una asignatura pendiente crear un estilo pictórico que haga de puente entre los dos géneros de un modo evidente. Creo que este acrí­lico, basado en “Kinoe no Komatsu” (un conocidí­simo grabado pornográfico de Hokusai Hatsushika que representa a una mujer buzo haciendo el amor con un pulpo), puede ser una solución sustancial, puesto que la obra de Hokusai armoniza con los monstruos de las series de las pelí­culas de “Godzilla” y con los personajes de la serie de televisión “Ultraman”, temas bases de la denominada cultura otaku.

Makoto Aida, Monument for Nothing.

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Kinoe no Komatsu (Ama to Tako), 1814.

Dejo a continuación un par de enlaces curiosos. En el primero tenemos una interesante traducción del diálogo escrito tras el dibujo de la mujer buzo y los pulpos de Hokusai. En el segundo podemos ver un diorama de la misma obra.

Enlace 1

Enlace 2

Tenugui (手拭い)

Friday, August 21st, 2009

La semana pasada mi amiga Minako se encargó de recordarme que me quedaban pocos dí­as para convertirme oficialmente en alguien un añito menos mozalbete. Realmente lo hizo de un modo fiel a su estilo y a la vez tradicional, me encantaron los dos “tenugui” que me regaló.

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El tenugui es una especie de pañuelo de algodón que en verano se usa como toalla para mitigar esa sensación tan bochornosa que proporciona el calor húmedo de Japón. Por supuesto tiene otros usos, suele servir como envoltorio o simplemente como objeto decorativo. También es una pieza fundamental dentro de la indumentaria del Kendo, donde sirve para cubrir la cabeza del luchador.
La diversidad de estampados disponibles en el mercado hacen del tenugui una prenda sumamente atractiva y como omiyage es sencillamente ideal.

Los dos modelos que Minako eligió son bastante excepcionales. Las imágenes hablan por sí­ solas:

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銀河帝国軍 (Ejército Imperial Galáctico)

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一撃必殺 (Golpe mortal)

Si queréis saber cómo se usa un tenugui para cubrirse la cabeza aquí­ os dejo un video donde se explica claramente cómo hacerlo:

El mundo de Miwa Yanagi

Thursday, July 9th, 2009

Nacida en Kobe en 1967, Miwa Yanagi es una de las más destacadas artistas trabajando en el campo de la fotografí­a y del video hoy en dí­a. Su temática gira en torno al papel que desempeña la mujer en la sociedad.

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Sus tempranas series “Elevator Girl” representan esa ocupación tan única y exclusivamente femenina que existe en Japón. El reducidí­simo espacio en el que las uniformadas chicas del ascensor repiten un dí­as tras otro las mismas palabras y los mismos gestos pretende ser una metáfora de las restricciones que la sociedad impone sobre el comportamiento de la mujer.

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En las series que llevan como tí­tulo “My Grandmothers” Yanagi pide a una serie de chicas que imaginen cómo serán sus vidas dentro de 50 años, tiempo en el que posiblemente ellas ya estarí­an libres de cualquier presión social y podrí­an por tanto hacer cualquier cosa que desearan.

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Yanagi elige deliberadamente las respuestas menos convencionales (ellas son abuelas no felizmente casadas rodeadas de una familia en estas series) y fotografí­a a las chicas en estos papeles imaginarios, usando el ordenador para conseguir el efecto de envejecimiento de sus caras.

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En el año 2004, en sus series “Fairy Tales”, continúa explorando el tema de la identidad de la mujer fotografiando escenas de historias conocidas en las que aparecen chicas jóvenes y ancianas. Un par de ejemplos son las fotos inspiradas en los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm o incluso en la novela de Garcí­a Márquez “La increí­ble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”.

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Un tí­tulo que no lleva nombre y que pertenece a esta última serie muestra a una mujer vistiendo sobre su cabeza una estructura que se asemeja a la lona de un circo. Sus piernas, que quedan al descubierto por debajo de sus rodillas, son las de una chica joven, mientras que sus manos son las de una mujer mayor. La fotografí­a parece representar un intento de encontrar un escape de esa oscuridad que existe en el interior de la tienda para lograr acceder a la luz del mundo exterior.

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El nuevo trabajo de Miwa Yanagi puede verse en el National Museum of Art (国立国際美術館), en Osaka, dentro de la exposición que lleva como tí­tulo “Po-po Nyangnyang!” y que comenzó el pasado dí­a 20 de junio. Allí­ estará hasta el 23 de septiembre.

Con motivo de dicha exposición la artista seleccionó algunos de sus trabajos para realizar el diseño del cartel del evento. Pero al parecer a los responsables del tema de la publicidad del metro de la ciudad de Osaka no les ha acabado de convencer la imagen, puesto que han optado por censurarla. ¿Qué os parece a vosotros?

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Ryujin

Thursday, March 19th, 2009

“Origami” es uno de los términos más internacionalizados de la lengua japonesa. Se trata en realidad de una palabra compuesta, concretamente por un verbo, “oru” (plegar), y por un sustantivo “kami” (papel). Imagino que para los que hayáis hecho una mí­nima inmersión dentro de la lengua y cultura japonesas esto que os digo no será ninguna novedad.
No obstante el origen de la papiroflexia y su historia merecen la lectura del artí­culo que la revista Nipponia le dedicaba en junio de 2007.

Las técnicas del origami han sido bastante desarrolladas desde que el libro “Hoketsuki” , que explicaba el arte de envolver y atar, fuera publicado en 1764. Ayer, mi amigo Gersom me mostraba el video que os dejo a continuación. Miradlo bien, no tiene desperdicio, especialmente la obra que aparece al final, el “Ryujin” (Dios Dragón o Dragón Celestial).

Frog Nishijima

Tuesday, February 3rd, 2009

Me encontré con él durante el último matsuri del shotengai de Motomachi, allá por el pasado mes de julio. El cartel que habí­a colocado como reclamo en su puestecito decí­a: “En sólo 4 o 5 minutos, más divertido que la fotografí­a, caricaturas a 500 yenes. Frog Nishijima (フロッグ西嶋), discí­pulo de Kigawa Kaeru”.

Al parecer su maestro fue un reputado dibujante de manga, cercano al maestro Osamu Tezuka, que llegó a hacerse famoso tras la guerra como “caricaturista de jazz”, realizando cómics para los cuales se basaba en la música que se oí­a en uno de los campos de las Fuerzas de Ocupación. Su popularidad creció cuando se unió a la compañí­a Yoshimoto Kogyo, famosa en todo Japón por ser la principal cantera de humoristas del paí­s. En sus actuaciones allí­ improvisaba caricaturas e historietas gráficas mientras ofrecí­a un discurso colmado de humor.

En fin, me transmitió muchí­sima simpatí­a ver a este señor seguir los pasos de su preceptor, rodeado además de ilusionados crí­os y en un dí­a tan especial para la gente de este barrio. Desafortunadamente para mi, pues me quedé sin caricatura, habí­a demasiadas personas esperando para ser retratadas. Tendré que esperar a la próxima.
Al menos yo sí­ pude tomarle un retrato a él:

Tsunami

Monday, November 10th, 2008

Una de las imágenes más conocidas y hermosas de entre todas las que son usadas como sí­mbolos de Japón es el ukiyo-e de Hokusai conocido como “El tsunami de Kanagawa”. Realmente esta es una traducción aproximada del tí­tulo japonés “神奈川沖浪裏” (Kanagawa okinamiura), que viene a ser algo como “oleaje de alta mar en Kanagawa”.
El original forma parte de una serie de treinta y seis vistas del Monte Fuji que el autor realizó entre 1826 y 1833.
Por cierto, no deja de ser irónico que un icono de tal importancia tenga sus copias repartidas entre el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo Británico, y la casa de Claude Monet en Giverny, Francia, todas fuera de Japón.
Caminando por Den-den Town, en Osaka, encontré esta tienda outlet de muebles cuyo rótulo muestra una interesante versión adaptada del citado ukiyo-e:

Aquí­ lo vemos en detalle:

La célebre ola no deja de servir de inspiración para la creación artí­stica. Aquí­ os he querido mostrar algunas de las que me han parecido más atractivas:

Custom Nike Dunk Tsunami, por Twitch.

Heaven or Hell, por Tsubaki Anna.

Surfin´ E.D.O. #6, también por Tsubaki Anna.

Mural londinense del barrio de Lambeth.

Diseño para camiseta por Terratag.

El alma del haiku

Tuesday, October 14th, 2008

Discí­pulo del fallecido Reiji Nagakawa (el afamado traductor del “Ulysses” de James Joyce a la lengua japonesa que se enamoró de la ciudad de La Giralda) y del reputado Fernando Rodrí­guez-Izquierdo (toda una autoridad en materia de haiku de quien un servidor puede decir que tuvo el privilegio de ser alumno) Vicente Haya se doctoró en Filosofí­a por la Universidad de Sevilla con su tesis “La expresión de lo sagrado en el haiku japonés”. Desde entonces este paisano mí­o no ha cesado en su devoción por la poesí­a tradicional nipona. Su producción literaria así­ como la labor desempeñada en el campo de la traducción es prueba de ello:

-“El corazón del Haiku: la expresión de lo Sagrado” (Ed. Alquitara, 2002)
-“La poesí­a zen de Santoka, 70 haikus esenciales” (Ed. Maremoto, 2002)
-“El espacio interior del Haiku” (Ed. Shinden, 2004)
-“Saborear el agua, cien haikus de un monje zen” Taneda Santoka (Ed. Hiperión, 2004)
-“El monje desnudo” Taneda Santoka (Ed. Miraguano, 2006)

Hace unos dí­as recibí­ un correo electrónico de Vicente en el que me informaba de la apertura un nuevo blog dedicado al tema: “El alma del haiku”. Le pregunté si le parecí­a bien presentar su portal desde Motomachicakeblog y amablemente aceptó cediéndome además la entrevista que os dejo a continuación (se trata de un texto ajeno a esta web pero inédito, espero que os resulte tan interesante como a mi me lo ha parecido).

¿Por qué escribir haikus hoy?

Hoy, como ayer, el ser humano está necesitado de enraizarse en el mundo, de atender a lo que sucede, de registrarlo todo. Somos los que ambicionan hacerse con los instantes. El haiku es un medio tremendamente efectivo para pulir nuestras inconsistencias, para abrir sitio a lo sagrado en nosotros, para adiestrarnos en la Ví­a.

Hay quienes afirman que no se puede escribir haikus si no se es japonés…

Sólo un ignorante podrí­a afirmar tal cosa. Nosotros no tenemos menos corazón que los japoneses ni menor necesidad de educarlo. Lo que es cierto es que no se puede escribir haikus sin saber lo que es el haiku. El haiku es un arte japonesa, esto quiere decir que para comprenderlo hay que sumergirse en un modo concreto de sensibilidad. Pero, una vez que nos hemos impregnado de esa forma japonesa de estar en el mundo, es válido todo aquello de nosotros que ha sobrevivido a la experiencia. El haiku evoluciona porque no es un arte de museo, y una de sus posibles evoluciones le vendrá de la mano de los occidentales que hayan llegado a calar hondo en él.

Pero, ¿se puede extrapolar la espiritualidad japonesa al mundo occidental?

No se trata de implantar en España la “espiritualidad japonesa”, sino un modo especí­fico de acercarse a lo sagrado, inventado en Japón, cierto, pero no por eso menos universal. Lo sagrado, si es real, no tiene adjetivo. No es “lo sagrado oriental” o “lo sagrado semita”. O es sagrado y entonces es universal, o no es ninguna de las dos cosas, ni sagrado ni universal. He dicho que el haiku era un arte japonés y que hay que sumergirse en la cultura de la que nace, como el flamenco es un arte andaluz y no puede llegarse a la entraña ajeno al lugar que da origen a esa sensibilidad. Pero eso no quiere decir que los japoneses tengan el monopolio del acceso a lo sagrado, ni siquiera a través del haiku. Más al contrario, la sociedad japonesa está muy desorientada respecto al valor de su mundo tradicional, al tiempo que nosotros cada vez más estamos haciendo un haiku limpio y humilde, como el de Buson.

Usted defiende un concepto de haiku japonés. ¿No son válidas otras formas de acceder a esta manifestación poética?

No. El haiku es lo que es. El haiku no es senryí», no es zappai. A veces en Occidente se habla de haiku cuando de lo que se deberí­a hablar es de alguno de esos otros dos géneros. Sólo hay un camino. Como dí­rí­a SantíŽka: Kono michi shika nai. Queremos abrir nuevas ví­as al haiku antes de saber lo mí­nimo sobre qué es el haiku. Tenemos prisa y carecemos de cortesí­a. Así­ no vamos a ninguna parte.

¿Qué le parece el haiku urbano?

Este subgénero no existe en Japón. Se habla de “haiku contemporáneo” y se presupone que hay dentro de él un espacio posible para todo lo que es actual. He oí­do expertos japoneses argumentando que el coche del siglo XX es el carro del XVIII, y que por qué uno merecerí­a entrar en el haiku y otro no. Yo creo que el asunto es si queremos conservar de nuestro mundo los coches, los edificios, los postes eléctricos, el béisbol…, El haiku no es sólo lo que plasma un mundo, sino que también el mundo que quieres plasmar. No es sólo la realidad que te circunda, sino la realidad que quieres preservar. Y es imposible que te emocione, que tengas aware por algo cuya perpetuación no deseas. El haiku no sólo da fe de tu mundo sino que a veces te obliga a cambiarlo por otro, o a huir de él y buscar otro hábitat donde la experiencia espiritual te sea más posible. No niego que existen “haikus urbanos” de una gran calidad y capacidad de emoción, pero hay que tener cuidado con que no sea un consuelo para gentes con una sensibilidad abotargada, cobardes que temen entregarse a la Naturaleza.

¿Se puede enseñar a escribir haikus?

Sí­. El haiku es una técnica. Y, como todas las técnicas, precisa estudio. Los grandes maestros de haiku pulí­an sus haikus durante años y comentaban entre ellos cómo perfeccionarlos. El haiku no es instinto, es elaboración. Pero sólo técnica empleada por alguien sin sensibilidad, o por alguien vanidoso, se nota en seguida si lo que hace es un haiku. Lo que no puede la técnica es anticipar estadios espirituales que aún no has logrado. No puedes fingir estar donde no estás por más técnica que tengas. Porque el haiku no engaña. Es transparente. Para eso tiene la falta de recursos literarios que tiene; para que todo se note más.

¿Qué le parece la relación entre el haiku y las artes plásticas como la pintura o la fotografí­a?

De esto he hablado ya mucho en Haiku-díŽ (Kairos) y El corazón del haiku (Mandala).

¿Hay un renacimiento del haiku en español?

Desde hace unos diez años, gracias a páginas web como El rincón del haiku, se ha producido en castellano una auténtica escuela de haiku. Es algo emocionante ver cómo los esfuerzos no caen en saco roto, y hasta qué punto los que comienzan a escribir haikus se están dejando guiar por su sinceridad y su fino olfato. Desde luego que hay los tí­picos tertulianos de salón, con mucho tiempo libre y demasiada vanidad para reconocer que se han inventado el haiku y se han autoconstituido en maestros antes de haber puesto un pie en Japón, gente que no han encontrado cabida en la literatura occidental y quieren ser maestros en cualquier otro mundo que no les exija tener ningún talento literario. Y se aprovechan de que el haiku ha sido durante décadas tierra de nadie. Pero actualmente es ya difí­cil engañar a las almas cándidas que se acercan al haiku sobre quién sabe y quién no sabe. Estos “falsos maestros” son ya una excepción y están en ví­as de extinción.

¿Qué le parece la situación actual del haiku en español?

Hay que trabajar más. Todaví­a falta mucho. Estamos en la prehistoria. Pero en la prehistoria que ya ha inventado el fuego y la rueda. Es cierto que podrí­a haber cientos o miles de buenos escritores de haiku, con el tiempo que hace que teóricamente se conoce el haiku en España e Iberoamérica. Y no los hay. Pero al menos hay una docena de buenos escritores de haiku en castellano. Estos serán maestros de los que vengan después. Lo importante ahora es poner orden. Esto ha sido hasta ahora un crecimiento tumoral: hay que cortar, sanear y establecer las condiciones de una vida saludable en el cuerpo mí­stico del haiku para que el paciente viva mucho tiempo y siga viajando de aquí­ para allá. Porque el haiku es viajero y le gusta expandirse, pero con disciplina. Sin orden, no hay haiku.

¿Puede innovar el haiku en occidente? ¿En qué dirección habrí­a que ir?

No puede hacer evolucionar el haiku quien no sabe qué es el haiku. La única propuesta seria de futuro es la que parte del presente. í‰se es el problema de muchos autores occidentales de haikus. Que sin haber llegado al haiku actual con todos sus matices, sin conocer apenas la historia del haiku y de sus protagonistas, ya pretenden estar innovando. No basta con haber leí­do un haiku que hable de rascacielos o de béisbol para proponer algo que sirva al haiku de punto de evolución. El haiku tiene su propia historia y hay que recorrerla para llegar al presente y atisbar desde el presente el horizonte. Ni siquiera estudiando a fondo a autores actuales como SantíŽka podemos situarnos en la perspectiva del horizonte. Hay también que estudiar qué se ha hecho, qué ha tenido éxito y qué ha fracasado en el pasado. Es como si pretendiéramos pintar sólo conociendo a Picasso.
La única dirección que puede tomar una propuesta futura de la evolución del haiku es la de una mejor captación de lo real ahí­ fuera. Y la única fórmula, siempre la misma, en Buson, en SantíŽka o en Seishi, es una mayor intimidad con el mundo.

Una vez que se han aprendido todos los procedimientos, todas las técnicas, todas las caracterí­sticas, ¿no habrí­a que desnudarse y acceder al haiku desde la inocencia, desde la pureza?

Sí­. Efectivamente. Pero ¿cuántos occidentales podrí­an decir que “han aprendido todos los procedimientos, todas las técnicas, todas las caracterí­sticas”? Yo no conozco a ninguno. Ni siquiera Blyth o Seiffert. Hay que haber leí­do cientos de miles de haikus para desarrollar el haimi (sabor a haiku). No perdamos de vista que la producción anual de haikus es de un millón de haikus bastante notables. Es una fertilidad tal que ni siquiera desde Japón y familiarizado con la herramienta del japonés se puede abarcar. ¿Quién en Occidente, habiendo leí­do ciento cincuenta haikus de BashíŽ o Shiki, doscientos haikus de Buson, trescientos de Issa o SantíŽka, cien de RyíŽkan y pare usted de contar, quién puede decir que ya conoce el haiku japonés? Probablemente al idioma castellano no se hayan vertido ni siquiera un millar de haikus japoneses… No, hace falta humildad para estar toda la vida aprendiendo. Nuestros haikus no deben tener otra pretensión que ser la palabra que acompañó nuestra ignorancia. La palabra de un caminante que no sabe dónde está su meta… Fertilidad salvaje del haiku. El haiku es una selva que no se termina nunca de recorrer, en extensión, en profundidad… Cuando has acabado la selva de fuera te queda la selva de dentro. Las reglas del haiku, como las de la selva, son sólo reglas para tu supervivencia. No son lí­mites en el sentido de algo que te aliene, sino lí­mites que te hacen posible.

Tierra fértil

Tuesday, September 30th, 2008

Mi colega Javi Ruiz está de exposición en Sevilla. Si os coge cerca no dudéis en ir a echar un vistazo. Con un poco de suerte hasta podréis coincidir con él allí­ y conocerle. Es un tipo interesante sin duda.
Javi vivió algún tiempo en Japón y quedó impresionado por el arte japonés, que a pocos suele dejar indiferentes. En su currí­culum figuran los nombres de dos galerí­as de exposiciones japonesas, una de ellas el Art Space Rashinban de Tokyo.
Este de abajo es el cartel de su exposición. Lo he enlazado a su página web donde encontraréis extensa información sobre el evento.

Esta otra imagen es un escaneado de la página del Diario de Sevilla del dí­a 27. El texto es de Martha Liriano y la foto de Victoria Hidalgo.

Una de las paredes de mi pisito goza del privilegio de estar adornada con una pintura de Javi con la que me obsequió durante la visita que le hice en su casa el pasado mes de enero. Javi, ya me dirás si se ha revalorizado por si me veo en aprietos económicos 😉 .

Yokai Attack!

Wednesday, June 25th, 2008

YíŽkai (妖怪) es un vocablo formado por dos ideogramas que significan independientemente “calamidad, embrujar” y “misterio, aparición”. La palabra es traducida con frecuencia por “demonio”, “fantasma”, “duende” o “espectro”, pero según los autores del libro del que hoy os quiero hablar se trata de traducciones tan imprecisas como “guerrero japonés” lo serí­a de “samurai” o “pescado crudo con arroz” de “sushi”. ¿Y qué son, por tanto, los yíŽkai?, pues en palabras de Hiroko Yoda y Matt Alt “se trata de los monstruos más espeluznantes de los que nunca hayamos oí­do hablar”.

Yokai Attack! es un divertido mini-tratado sobre estos personajes, algunos de los cuales son parte de la mitologí­a del paí­s mientras que otros permanecen a la espera de trascender a tan honorí­fica categorí­a y son hoy por hoy leyendas urbanas.

Como su tí­tulo completo indica este librito es una guí­a de supervivencia para extranjeros y de ahí­ parte su planteamiento. Se nos presenta un total de 50 de estas criaturas por medio de detalladas fichas que nos ofrecen una más que variada información como la que podéis ver en esta imagen de ejemplo:

Por lo general a cada yíŽkai se le dedican cuatro páginas donde no faltan ilustraciones, algunas modernas del artista de manga Tatsuya Morino (la que está bajo estas lí­neas, por ejemplo, que corresponde a la ficha de arriba), y otras clásicas (grabados, pinturas sobre paneles, acuarelas, etc.).

No deja de tener gracia el hecho de que la fecha de publicación impresa en esta obra coincide con el jueves de esta misma semana, como si los yíŽkai hubieran hecho de las suyas…

Será distribuido en Europa por Kodansha Europe Ltd. Su precio en Japón es de 1600 yenes. Para más información os dejo este link.
En opinión de Steve Niles, creador de la pelí­cula “30 Days of Night” se trata de una lectura esencial para cualquier fan de los monstruos, el horror y el manga.
Si queréis la mí­a puedo deciros que es un ameno paseo, desbordante de sentido del humor, por uno de los aspectos más extravagantes (¿deberí­a decir “friki”?) de la cultura japonesa. De momento está disponible en inglés.