Archive for February, 2008

Sanwa, fruits shop

Thursday, February 28th, 2008

Es una de las joyas del shotengai de Motomachi: la fruterí­a Sanwa. Se dice que comprar fruta en Japón puede hacer que nuestros bolsillos se resientan bastante, pero si uno busca bien siempre encontrará precios razonables. Nos llegará a sorprender lo baratos que pueden llegar a costar los plátanos o la piña, por ejemplo.

Si os dejáis caer por la galerí­a de nuestro barrio os aconsejo probar uno de los batidos de esta tienda. En la imagen podéis ver algunos de ellos.
De izquierda a derecha tenemos nama-mix (que es una especie de macedonia), nama-ichigo (batido de fresa), nama-papaiya (de papaya obviamente), nama-meron (de melón) y nama-mango. Los precios oscilan entre 200 y 300 yenes.

スター・ウォーズ (Star Wars)

Saturday, February 23rd, 2008

Hace tiempo que querí­a mostrar aquí­ los pósteres japoneses de la saga de Star Wars. Bueno, pues aquí­ tenéis los de la primera de las tres pelí­culas (las últimas tres son otra cosa…). Espero que os gusten. A mi el último, de Drew Struzan, me parece una maravilla. Por cierto que la obra de este gran artista se ha dejado caer alguna que otra vez por Kobe en la galerí­a Art Space de Sannomiya, donde incluso se vendí­an originales y serigrafí­as de edición limitada de sus pósteres más conocidos.

Este es el panfleto de la última exposicion de Drew Struzan en Kobe:

Pontocho (先斗町)

Wednesday, February 20th, 2008

Pontocho es uno de los barrios con más solera de Kyoto. Se encuentra en el margen izquierdo del rí­o Kamo.

El domingo mientras paseaba por allí­ pude saber que también se ha convertido en un sitio poco seguro, al menos a juzgar por algunos carteles que por allí­ tiene distribuidos la policí­a.

El aviso nos alerta en concreto acerca de la amenaza de los tironeros que pululan por la zona (“hittakuri” significa “tirón”). También nos recomienda que no coloquemos el bolso en la cesta de la bicicleta, que llamemos al 110 (el número de teléfono de la policí­a en Japón) si tenemos algún problema y que evitemos pasear por la noche por lugares oscuros. De modo que parece ser que incluso el muy seguro Japón tiene sus puntos débiles.

Uno está mal acostumbrado a este estado de permanente seguridad y aún cuando encuentra este tipo de advertencias no puede evitar estar en situación de baja alerta.
Además esta parte de Kyoto tiene un especial encanto cuando uno se pierde un poco por sus callejones repletos de neones que nos invitan a resguardarnos en enigmáticos (siempre lo son para el “gaijin”) garitos del frí­o y la nieve de dí­as como el pasado domingo.

Esta última imagen la tomé junto a la puerta de uno de esos locales. Se ve que lo de la hospitalidad japonesa también va con los gatos.

San Valentín chocolatero

Sunday, February 17th, 2008

Un año más toca recolecta de chocolates de San Valentí­n. Uno los recoge y anota nombres para no olvidar devolver el regalito dentro de un mes, en el White Day (lo que no inventen estos…).
Pero no me puedo quejar, todos están de muerte, buení­simos. No es bueno acostumbrarse a que lo mimen tanto a uno 😉 .
Dejad que os muestre. Empecemos por los que me trajo Yito, de una tiendecilla de nuestro barrio llamada “Ichibankan”. Me encantan porque están rellenos de manzana y además estos en concreto tienen Brandy:

Estos son los que me regaló Chisa, chocolate semi-amargo relleno con cerezas al licor, ¡y mexicanos!:

Los de Akiko, de Goncharoff, rellenos de Brandy y de Champagne… ¡no me lo merezco! 😮 :

Los de Haruyo, también de Goncharoff, pero estos son bitter, vamos, para comérselos mientras uno se toma una copita en el sillón, como hací­a Bill Murray en su anuncio en Lost in Translation:

Estos que me regaló Kana son como los que trajo Eriko hace un año, igualitos exceptuando el diseño de la cajita:

Esta otra cajita me la regaló Maki son de la marca Mary´s Treow y vienen de Tokio. Uno de los chocolatitos tiene polvo de oro…:

Los de Minako, por supuesto de Godiva, “dark sparkle” y “milk raspberry”. Se le caen a uno dos lágrimas como dos fundas de guitarra al probarlos…:

Minako me trajo otro “detallito” 😮 :

Los de Hiroko, desde Kyoto, se nota que vienen de allí­ 😀 :

Y los de Junko, hechos por ella misma, como las dos piezas de cerámica y el colgante del móvil. Una artista esta nena:

Recibí­ algunos más, pero esos no llegaron vivos a la sesión fotográfica 😀 .

Gracias a todas. Me temo que seréis recompensadas…

漢字のおこり (El origen de los kanji)

Thursday, February 14th, 2008

Enfrentarse al estudio de los ideogramas japoneses (o quizás sea más correcto decir el estudio de los ideogramas chinos usados en el japonés) es una tarea que puede llegar a desanimar al más paciente de los estudiantes. Coincido con la opinión de James W. Heisig, quien en el prólogo de su libro “Remembering the Kanji” hace hincapié en la necesidad de separar en diferentes fases su estudio (forma, lecturas y escritura). Pretender hacerlo todo de un modo simultáneo suele ser poco productivo.

En muchos manuales dedicados a este aspecto de la lengua japonesa se nos muestran algunos de los principales ideogramas, indicándonos con varios dibujos la evolución del kanji desde su remoto origen hasta su forma actual. Así­ pues podemos encontrar algo parecido a esto:

Bien, en el anterior esquema se nos muestra una posible interpretación del ideograma de “やま”, cuyo significado es “montaña”.
A ese nivel de simplicidad de trazos es factible y útil el uso de tales esquemas. Pero soy de la opinión de que forzar la existencia de la regla nemotécnica no sirve a veces sino para entorpecer el proceso de aprendizaje e interiorización.
El kanji de arriba tiene tan solo tres trazos, pero conviene saber que los hay hasta de veintitrés trazos.

Encontré hace tiempo un librito de humor titulado “バカドリル” en el que su autor hace mofa de esos esquemas proponiendo algunos como los que os muestro a continuación:

Se supone que serí­a el kanji para “ブラ” o “ちちあて” (“sujetador”)…

…, el de “ゴリラ” (“gorila”)…

…, el de “ちょうにん” (“artesano, comerciante”)…

…, uno para “いぬのうしろすがた” (“la parte trasera de un perro”)…

…,otro para el mismí­simo señor “ジョン・レノン” (“John Lennon”)…

…, este para “せんからでたらまけ(る)” (“si te sales de la lí­nea pierdes”)…

… y el último para “しゃちょうにチョップ” (“golpe al jefe”).

Por cierto el libro es este:

Mañana de nieve

Sunday, February 10th, 2008

Esta mañana amanecí­a lluviosa. Salí­ de casa a eso de las diez y media con mi bici, manillar en mano izquierda, paraguas en la derecha. De repente la lluvia empezó a tornarse en nieve y así­ continuó toda la mañana hasta el mediodí­a.
La imagen la tomé cuando ya no nevaba, pues antes estaba tratando de personificar “el orgullo de la clase obrera”, como dice mi amiga Ana :-). Dado que ese tren vení­a desde Kyoto traí­a todo el techo cubierto de nieve.

Escuché que hoy nevó en el centro de Osaka por primera vez en once años.
Para mi siempre supone un espectáculo ver la ciudad tan blanquita, pero lo cierto es que hace un frí­o que cala los huesos. De hecho esta tarde le tuve que hacer una visita a mi médico para ver si me quito de encima el resfriado que arrastro desde que estuve en Sevilla.

Por cierto, acerca de lo de ir en bici con paraguas hoy me informaron que a partir del próximo mes de marzo será motivo de penalización, así­ como lo de llevar a más de un crí­o por vehí­culo. Creo que esto supondrá un problemilla para muchas familias; he llegado a ver a una madre portando a sus tres retoños en su bicicleta. De igual modo el uso del teléfono móvil será multado si se efectúa mientras uno monta. Para lo primero a los que le damos al pedal incluso cuando llueve siempre nos quedará la opción de colocar un porta-paraguas en el manillar.

Gazapos de “Gaijin”

Friday, February 8th, 2008

Hoy os quiero presentar un libro que es a la par bastante divertido y didáctico. Lleva el tí­tulo de “Japanese Made Funny” y se trata de un libro cuya lectura resultará hilarante para cualquiera que esté un poco familiarizado con la lengua japonesa.

Su autor, Tom Dillon, es profesor de inglés en la Sophia University, en Tokyo. Asimismo es el responsable de una columna de humor llamada “When East Marries West”, que aparece desde 1998 en The Japan Times.
Dillon recoge en su libro algunos de los errores más embarazosos y a la vez comunes en el japonés de estudiantes angloparlantes. Muchos de estos desaciertos léxicos pueden ser perfectamente cometidos por hispanohablantes que estudien japonés, pero el libro será mejor entendido si tenemos en cuenta la barrera idiomática que supone la diferencia entre el alfabeto fonético de las lenguas inglesa y japonesa.
El amigo Héctor, de Kirainet, por ejemplo, señala que debe el nombre de su página a una de estas confusiones (“kirai” significa “odiar” mientras que “kirei” significa “bonito, hermoso, bello”), de modo que ya veis que tampoco nosotros estamos libres de cometer este tipo de gazapos.
Os muestro a continuación tres de los casos ejemplificados en el libro.

“Kawaii” vs. “Kowai”

La palabra “kawaii” es más que un vocablo, se podrí­a explicar parte de la sociedad actual nipona a raí­z de este adjetivo. Significa “bonito, simpático, encantador” aunque la mejor traducción serí­a “mono”. Por el contrario “kowai” sólo coincide con la anterior palabra en su categorí­a gramatical, pero significa “temible, terrible, espantoso”.
Creo que ahora podéis imaginar la situación del dibujo, ¿no?

“Suwaru” vs. “Sawaru”

Tenemos aquí­ dos verbos cuya pronunciación puede traer de cabeza a más de un anglohablante. El primero de ellos significa “sentarse, tomar asiento” mientras el segundo tiene el significado de “tocar, palpar, manosear, pasar la mano”.
Imaginaos la situación en la que un “gaijin” pretende tomar asiento en el tren junto a una chica de buen ver a la que pregunta algo así­ como “Sawatte ii desuka?” (“¿puedo manosearte?”) en lugar de “Suwatte ii desuka?”, que serí­a más apropiado…

“Hoteru” vs. “Hotaru”

Hemos visto dos adjetivos y dos verbos, veamos ahora dos sustantivos. “Hoteru” significa “hotel”, claro que según qué contextos puede igual referirse a uno de los famosos “Love Hotels” (“hoteles del amor”) que abundan por estos lares, la versión más japonesa del improvisado “picadero” para parejitas. “Hotaru” significa algo bien diferente, “luciérnaga”. Ocurre que este insecto puede ser encontrado junto a canales de agua con un elevado nivel de pureza allá por el mes de julio, en diversos lugares de Japón. En dicha época numerosas son las parejas que buscan estos rincones para disfrutar del romántico espectáculo que ofrecen estos coleópteros en la noche.
En el dibujo vemos a una chica “gaijin” en su primera cita con un chico japonés al que ha propuesto ir a ver “hotaru”, ante la sorpresa del joven japonés, que a pesar de haber escuchado aquel tópico de que las americanas son algo liberales en ciertas materias aún está tratando de recobrar su ritmo cardí­aco. El leve error en la pronunciación es responsable de un embarazoso malentendido.

Piratas del Zipangu

Monday, February 4th, 2008

En más de una ocasión he leí­do y escuchado a gente que asevera que en Japón no existe la piraterí­a. Y es cierto que la situación aquí­ dista de parecerse a la que se vive en España. No me voy a poner aquí­ a explicar mi punto de vista acerca del porqué de tal desemejanza, pues me resultarí­a imposible hacerlo en pocas lí­neas y además considero que la mayorí­a lo tenemos bastante claro al respecto, digamos que todo se reduce a la presencia de precios correctos en productos de calidad y a un mí­nimo de concienciación por parte del cliente por un lado y de productores y comerciantes por otro.
Pero volviendo al caso de Japón quizás sea más justo decir que la piraterí­a existe pero es poco significativo el daño que ocasiona a una sociedad en extremo consumista donde es posible salir de una tienda de música o de una librerí­a con varias compras sin que ello implique que nos vací­en la cartera.
No obstante aquí­ también se piratea. Y me consta que es algo al alcance de cualquiera, pues las dificultades técnicas que pudieran impedirlo se ven reducidas ante la ingente diversidad de publicaciones disponibles en librerí­as que enseñan, paso por paso, a convertirse en todo un perito en esto.
Valga de ejemplo esta revista que encontré hace ya su tiempo en una librerí­a de la estación:

Claro que cuando uno se fija en detalle en sus contenidos no deja de ser significativa la relación con España: