Archive for June, 2008

Campeones!!! チャンピオン!!!

Monday, June 30th, 2008

Por supuesto un evento como este ha tenido su cobertura en Japón, aunque los que desde aquí­ lo hemos seguido hemos tenido que madrugar, pues la fiesta del fútbol comenzaba a eso de las 3:30 de la madrugada. Dos canales de televisión retransmitieron el encuentro. Así­ lo anunciaba en su página web uno de ellos, el canal WOWOW:

Del partido poco cabe comentar pues estoy seguro de que prácticamente todos lo habéis seguido y crónicas de profesionales no faltan en la red. Ganó el mejor, de eso no cabe la menor duda. España se lleva un más que merecido triunfo en el campeonato y este “copón” va para casita:

Gran equipo este que puede presumir de haber ganado el campeonato batiendo a algunos de los grandes del fútbol europeo, para que nadie diga que los enfrentamientos fueron un caminito de rosas.
Enhorabuena a todos los que habéis disfrutado con España.
¡Gracias a todo el equipo por devolvernos una ilusión!

(Fotografí­a del diario AS)

Stray Cat Strut

Friday, June 27th, 2008

Tengo entendido que Japón tiene unos 10 millones de perros y que el 40% de los hogares japoneses cuentan con alguna mascota. De todo eso hablaba hace algún tiempo. Pero si hablamos de animalillos urbanos no olvidemos los gatos callejeros. Kobe tiene cientos de ellos. Siempre me han caí­do simpáticos los “mininos” por tener ese carácter tan peculiar. Para ellos va este post.

Matrioskas con forma de gatitos (fotografí­a tomada en Kitano)

Este gato de arriba es el mismo que veis abajo sobre la alfombra. SIempre lo encuentro en la puerta de esta barberí­a, allí­ tiene su platito con comida.

En el alcantarillado se ve que encuentran alimento, siempre los veo olisqueando por ahí­.

Uno de los que pululan por el santuario de Tenman, en Kitano.

Este tiene dueño, y es motero…

Y este último es de mi barrio, y de hábitos nocturnos, como yo… 😉

Yokai Attack!

Wednesday, June 25th, 2008

YíŽkai (妖怪) es un vocablo formado por dos ideogramas que significan independientemente “calamidad, embrujar” y “misterio, aparición”. La palabra es traducida con frecuencia por “demonio”, “fantasma”, “duende” o “espectro”, pero según los autores del libro del que hoy os quiero hablar se trata de traducciones tan imprecisas como “guerrero japonés” lo serí­a de “samurai” o “pescado crudo con arroz” de “sushi”. ¿Y qué son, por tanto, los yíŽkai?, pues en palabras de Hiroko Yoda y Matt Alt “se trata de los monstruos más espeluznantes de los que nunca hayamos oí­do hablar”.

Yokai Attack! es un divertido mini-tratado sobre estos personajes, algunos de los cuales son parte de la mitologí­a del paí­s mientras que otros permanecen a la espera de trascender a tan honorí­fica categorí­a y son hoy por hoy leyendas urbanas.

Como su tí­tulo completo indica este librito es una guí­a de supervivencia para extranjeros y de ahí­ parte su planteamiento. Se nos presenta un total de 50 de estas criaturas por medio de detalladas fichas que nos ofrecen una más que variada información como la que podéis ver en esta imagen de ejemplo:

Por lo general a cada yíŽkai se le dedican cuatro páginas donde no faltan ilustraciones, algunas modernas del artista de manga Tatsuya Morino (la que está bajo estas lí­neas, por ejemplo, que corresponde a la ficha de arriba), y otras clásicas (grabados, pinturas sobre paneles, acuarelas, etc.).

No deja de tener gracia el hecho de que la fecha de publicación impresa en esta obra coincide con el jueves de esta misma semana, como si los yíŽkai hubieran hecho de las suyas…

Será distribuido en Europa por Kodansha Europe Ltd. Su precio en Japón es de 1600 yenes. Para más información os dejo este link.
En opinión de Steve Niles, creador de la pelí­cula “30 Days of Night” se trata de una lectura esencial para cualquier fan de los monstruos, el horror y el manga.
Si queréis la mí­a puedo deciros que es un ameno paseo, desbordante de sentido del humor, por uno de los aspectos más extravagantes (¿deberí­a decir “friki”?) de la cultura japonesa. De momento está disponible en inglés.

Old Pott’s

Sunday, June 22nd, 2008

Estamos en plena temporada de lluvias, con todo lo que eso supone: calor húmedo, cielos grises, horas en vela por la noche a causa del cambio de temperatura (la Eurocopa también tiene su parte de responsabilidad, no voy a negarlo…), etc. Pero esta lluvia es bendita, los arrozales dependen de ella. Así­ que por muy pesado que nos resulte este momento del año hay que aplicarse eso de “al mal tiempo buena cara”. Sí­ os recomendarí­a a los que tengáis pensados visitar Japón que no lo hagáis durante el tsuyu. Yo esta mañana me desperté incluso con dolor de cabeza…

En estos dí­as siempre tiene uno la opción de caminar por las zonas cubiertas de la ciudad, que no son pocas, aunque en ellas la sensación de humedad puede ser aún mayor que en el exterior.

En Kobe puede uno atravesar todo el centro andando bajo el ferrocarril, en el koukashita del que he hablado en varias ocasiones. Existen allí­ algunas cafeterí­as interesantes como la que os quiero presentar hoy, Old Pott’s, quizás el mejor sitio de la urbe para comer gofres como el que veis en las siguientes fotos:

Este primero es un キャラメルナッツ” (Caramel nuts):

Y este con helado y nata es un “ロッキーロード” (Rocky road):
El precio de cada uno está alrededor de los 600 yenes.

Itadakimasu!!!!

Osake wa tanoshiku tekiryoude

Thursday, June 19th, 2008

Actualmente, en Japón, la mayorí­a de los anuncios publicitarios de marcas de cerveza tienen como elemento central a una chica. Las fotos siempre buscan recrear aquellas usadas en anteriores décadas, incluso en las prendas que las modelos visten. De esta manera nos será difí­cil a los que no estemos familiarizados con las caras de estas jóvenes “idols” distinguir uno de estos pósteres nuevos de los genuinos.

Estoy seguro de que no faltará alguien que vislumbre un toque machista en el tema. A mi, sin embargo, me parecen bastante interesantes, especialmente si nos remontamos a los orí­genes de este tipo de publicidad, allá por los años 30 (e igual me quedo corto).
Primero me gustarí­a mostraros un par de imágenes donde podéis ver algunos anuncios actuales:

íšltimamente encuentro que muchos izakaya optan por una decoración retro y una parte que no suele pasar inadvertida es la pared, donde con cierta frecuencia podemos ver reproducciones de carteles publicitarios de época. Imagino que pueden ser adquiridos en cualquiera de los museos que algunas de estas marcas tienen. No me extrañarí­a que establecimientos como Tokyu Hands también los tuvieran. En muchas ocasiones alguien me pregunta por ideas para llevarle a la familia algún bonito omiyage, pues bien, aquí­ tenemos una buena opción. Os dejo tres ejemplos, uno de Asahi y dos de Sapporo:

Este último es muy curioso, con la tipografí­a escrita de derecha a izquierda, algo muy frecuente en este tipo de cartelerí­a.

Por cierto, encontré en la red una página de un artista que se dedicaba a la ilustración publicitaria en los primeros años de la era Showa, allá por los años 40. Su nombre es 多田北島 多田北烏 (Ootada Kitashima, creo que se lee, se lee Tada Hokuu) y su web está aquí­.

Wakamono ni mo otoshiyori ni mo

Wednesday, June 18th, 2008

El tí­tulo de la entrada viene a significar algo así­ como “para jóvenes y ancianos”. Creo que le viene como anillo al dedo a la escena que me encontré esta tarde en Sannomiya:

Por cierto, el domingo tuvimos el placer de visionar el filme “Once”, una bonita historia sobre un músico callejero. Viendo esta foto me vino a la cabeza la pelí­cula de nuevo. Recomendable, por cierto.

Ajisai

Monday, June 16th, 2008

“Ajisai” (紫陽花 o アジサイ) significa “hortensia”. Este arbusto de origen japonés, cuya floración precede a la temporada de lluvias y se extiende durante varias semanas, abunda por doquiera que nos movamos en esta isla.
Como ocurre con toda flor tí­pica aquí­ los japoneses admiran su florescencia, llegando a ser otro sí­mbolo artí­stico más, que alude a esta época del año, de igual modo que el “sakura” y el “ume” aluden a la primavera.
En la siguiente imagen podéis ver algunas “ajisai” que fotografié el pasado viernes en Kobe:

Pero estos sí­mbolos trascienden al arte, no son exclusivos de él. Por ejemplo podemos ver referencias a ellos en la gastronomí­a propia de cada estación. Y especialmente en la reposterí­a. Como ejemplo os muestro un dulce conocido en Japón como “konpeitou”, que toma su nombre del portugués “confeito”, que significa “dulce de caramelo”. Su origen en Japón se remonta al año 1569, cuando el misionero portugués Luí­s Froí­s entregó como presente una caja de este dulce a Oda Nobunaga con el objeto de conseguir el permiso para transmitir el cristianismo en estas tierras.

Aquí­ veis una caja de “konpeitou” con los colores del “ajisai”:

Realmente los tonos del caramelo nos evocan la flor de la hortensia:

El dulce es bien simple, sus ingredientes son azúcar y colorante. Por cierto, este en concreto que os enseño es un regalito de Kanagawa que recibí­ la semana pasada:

“Ajisaidayori”, que podrí­amos traducir como “noticias del ajisai”:

No country for tall men

Thursday, June 12th, 2008

Siendo franco uno no es precisamente alto lo que se dice alto. Españolito corriente de media estatura. Y la verdad es que no ser un Pau Gasol es algo que facilita mucho las cosas a la hora de vivir en Japón. Como muestra un botón, fijaos en el izakaya que descubrimos el domingo pasado en Kobe, a eso llamo yo un “óptimo aprovechamiento espacial”:

Por cierto, el lugar se llama Munakata y su especialidad es el Umeshu, tienen varias decenas de cocktails a base de licor de ciruela, y algunas comidas también contienen dicha fruta. Un lugar interesante si no padecéis de claustrofobia y si lleváis bien eso de sentaros al estilo japonés 😉 .

Inkan

Tuesday, June 10th, 2008

Seguramente habéis visto alguno de esos sellos que los japoneses usan del mismo modo que nosotros usamos nuestra firma. Existe una versión más artí­stica que pintores y calí­grafos estampan en sus trabajos y que de por sí­ constituyen otra obra de arte.

Siempre me han atraí­do estos últimos y un dí­a encontré en una tienda de “shodo” todo lo necesario para fabricarme mis propios “in”. Además un kit no era nada caro, de modo que me aventuré a probar. Y lo cierto es que el resultado es bastante convincente.

Un sello siempre supone un bonito regalo para un amigo, especialmente para aquellos que de vez en cuando tienen la buena costumbre de usar el correo tradicional. Además ellos siempre sabrán distinguir entre un presente así­ y cualquier otro, pues el tiempo que empleamos en realizar el trabajo es también el tiempo que pensamos en ellos.

Hoy trataré de mostraros cómo hacer un sello. Empecemos por ver los materiales que usaremos:

A la izquierda tenemos tres piedras diferentes. Su precio es muy variado, pero puedo deciros que ninguna de las que aparecen en la imagen supera los 300 yenes. Su aspecto es parecido al del mármol y de hecho jurarí­Â­a que de ese tipo de caliza de trata. Lo que veis a la derecha es una especie de gato hecho con dos tacos de madera (en el centro se les ha practicado un corte en ángulo) que están unidos por medio de dos tornillos con sus palometas para agarrar bien la piedra. No recuerdo el precio de este utensilio, pero no creo que superase los 500 yenes. Finalmente debajo tenemos un estilete de doble punta con el que realizaremos la talla.

Bueno, primero necesitamos un dibujo de los ideogramas o los kana que tengamos en mente para nuestro sello. En el caso de las imágenes que veis elegí­Â­ los caracteres hiragana correspondientes a “A-na” (あな) pues querí­Â­a hacerle un regalito a mi amiga Ana. Yito se encargó de escribir varios tipos y yo escaneé el que más me gustó. Con ayuda de Photoshop estiré el diseño para adaptarlo a la base de la piedra, cuadrada en esta ocasión. Después imprimí­Â­ el resultado pero invirtiendo los colores y volteando la imagen horizontalmente, pues es obvio que tenemos que tallar la imagen en sentido contrario al que aparecerá en el papel (todos tuvimos nuestras sesiones de Barrio Sésamo, ¿no? 😉 ).
Luego coloqué un trocito de papel de carbón sobre la piedra y usé celo para fijarlo bien. Sobre este puse del mismo modo el diseño impreso. Aquí­Â­ podemos ver esta fase del proceso:

A continuación con un lápiz bien afilado rellené la parte en blanco del dibujo y retiré el papel y el carboncillo. El dibujo se ve de manera muy tenue, por eso yo siempre lo repaso con un rotulador permanente de punta fina:

La siguiente fase es la más delicada, aqué­ necesitaremos un poquito de pulso y buen control de la mano, pues a la mí­Â­nima que nos descuidemos se nos va el estilete y nos cargamos el motivo. Mi consejo es tallar con suavidad y lentitud, cavando el surco en varias pasadas. De vez en cuando necesitaremos hacer pruebas sobre papel con un tampón (el que veis en la foto es de una de esas tiendas de todo a 100 yenes):

Una vez que conseguimos la impresión deseada ya tenemos listo nuestro sello. Si quedan imperfecciones siempre podemos suavizarlas con una lija de agua del tipo más fino que encontremos:

Para que nuestra pequeña obra esté siempre bien conservada podemos usar una de las cajitas que encontraremos en las mismas tiendas que venden el resto de los materiales:

Pues ya habéis comprobado, los materiales están al alcance de cualquier bolsillo, el proceso es bastante entretenido sin requerirnos demasiado tiempo y, como dicen los de Master Card, la sonrisa de una amiga no tiene precio 🙂 .

Instant Ramen

Tuesday, June 3rd, 2008

No es uno de mis platos preferidos pero siempre me recuerda la época inmediatamente anterior a mi llegada a Japón. Por aquel entonces cuando llegaba a casa por la noche desde la facultad unas veces el cansancio y otras la pereza me llevaban a recurrir al ramen. Me calentaba un poco de agua en un cazo y le añadí­a un sobre de esos de Sapporo Ichiban que vendí­an en uno de los supermercados chinos del centro de Sevilla. Ya traí­a su condimento y su salsita en sobres, pero yo añadí­a verduras, huevo, carne o lo que pillara por allí­, para proporcionarle algo de chicha a la cosa.

Una vez en Japón la verdad es que pocas veces he tomado ramen en restaurantes. Para una cena suavecita no lo veo mal, pero como almuerzo me suelo quedar con hambre. Suelo preferir otros platos.
Pero en este paí­s cuando alguien habla sobre el ramen el tema es tratado en no pocas ocasiones con suma pasión. No faltará nunca en un grupo de japoneses quien pueda proponer una pequeña pero contrastada lista de establecimientos que ofrezcan buen ramen en la ciudad. Conozco a algunos de estos gourmets aficionados y siempre es interesante pedirles consejo.

El domingo estuve de paseo por Denden Town en Osaka. Allí­ me encontré con una tiendecita de ramen instantáneo llamada Sakura (es una cadena). Se trata de un lugar en el que podemos encontrar cualquier tipo de ramen de cualquier parte del paí­s, incluso sabores llenos de nostalgia que fueron populares en el pasado pero que no se producen para el cliente en general en la actualidad, son exclusivos para estas tiendas.

Podemos tomar el ramen allí­ mismo o llevarnos a casa nuestra selección.

Si os apetece acercaros a probarlo vosotros mismos aquí­ hay un mapa.

El interior de la tienda es de lo más retro, con un televisor de época y todo 😀 .

Recuerdo que mi amigo Javi, quien conoce Tokio tan bien como Osaka, me decí­a que Denden Town era más interesante que Akihabara porque, entre otras cosas, a la hora de comer algo en Nihonbashi la oferta gastronómica es mucho mayor. Sakura es un claro ejemplo de ello.
Y a vosotros, ¿os gusta el ramen?