Archive for the ‘Música’ Category

The Axis (he knows everything)

Wednesday, September 10th, 2008

Es lunes por la noche. Regreso a casa desde el restaurante donde acabo de despedirme de mi compañero de trabajo. Ha sido una cena en Ohsho: oishii, yasui, hayai (buena, barata y rápida). Mientras pedaleo voy dejando atrás las calles del centro, exentas a esas horas de la turba que las satura durante el dí­a. Es la hora a la que algunos grupos de jóvenes se acercan a la galerí­a cubierta de Sannomiya para bailar. Lo hacen al ritmo del hip-hop o de lo que ellos llaman R&B (hay quien se empeña en señalar como origen de esta música el auténtico rhythm and blues…), siempre frente a los escaparates de los múltiples comercios que pueblan el “arcade”. Otros practican con sus bicicletas de trial o sus monopatines. Realmente me parece un ambiente bastante sano el que tengo ante mi.

Aspecto que suele presentar el shotengai de Motomachi durante la madrugada.

Un poco más adelante llegan a mi oí­do las notas de un solo de blues, tocado con auténtico feeling. Al doblar la esquina me encuentro a los dos chicos responsables de esa improvisada sutileza. Uno se encarga del acompañamiento con una guitarra española mientras el solista toca una bonita guitarra eléctrica de cuerpo hueco cuya forma me recuerda a una Rickenbacker 360. Ambos instrumentos están conectados a un mismo amplificador y parece que sin pedales de efectos ni otros artificios de por medio. Aún así­ el sonido que sale del cono del ampli es limpí­simo. No veo que usen púas, tocan con los dedos, con mucha suavidad. Escucho un tema y me digo: “cuando acaben sigo mi camino”, pero no lo hago, porque son demasiado buenos para no seguir allí­. Tras un par de canciones uno de ellos se dirige a mi, me pregunta de dónde soy y, tras contestarle, entona en su guitarra las primeras notas de aquel genial álbum de Michel Camilo con Tomatito: Spain.

Uno de los numerosos grupos de música que actúan en las calles de Sannomiya y bajo el andén elevado del ferrocarril de la JR.

Aparte de mi no hay nadie más escuchando. Pero de repente pasa un tipo grandote con camiseta negra y bermudas a juego. Lleva el pelo corto pero con una larga y fina coleta. Se acerca circunspecto pero tras parar un momento prosigue su camino. Pasan unos minutos y el hombre vuelve con una bolsa de la que saca unas cervezas que ofrece a los músicos que, agradecidos, preguntan al nuevo oyente si desea hacer alguna petición.
í‰l contesta: “tocad lo que queráis, algo vuestro”, y de paso me pide disculpas por no tener una cerveza para mi. La educación del hombre no acaba de cuadrarme con su aspecto, pero es que en Japón las apariencias suelen ser bastante araneras.
Se decide a hablar y nos cuenta que acaba de llegar de Tokio, que está trabajando en Kobe. Se queja de lo pronto que sus hoy compañeros de trabajo han vuelto al hotel. “Esto es igual que Tokio”, afirma contrariado. Los dos jóvenes guitarristas comienzan a interesarse por el trabajo del visitante; empiezan a sonsacarle de un modo inocente y él suelta prenda: trabaja en la industria musical y esta semana está de head manager del backstage en un concierto que tiene lugar en la ciudad. Llegados a ese momento el interés de los dos chicos y también el mí­o crece. Pero él no quiere desvelar el nombre del grupo con el que acaba de estar tomando copas en un izakaya cercano al barrio chino. El tipo es duro pero finalmente acaba perdiendo el pulso: se trata de “B´z”.

Personal de seguridad organizando la entrada en el metro que lleva al concierto de B´z, en Kobe.

Los dos jóvenes músicos comienzan a tocar un tema de B´z: “Lady Navigation”. Por supuesto es una versión acústica, pero me suena mejor que el original que es mucho más visceral, por decirlo de algún modo. El currante de Tokio se muestra más impresionado por el amplio repertorio de los chicos que por la música en sí­, pues aunque es ejecutada con bastante maestrí­a él no es precisamente un fan de la banda que esta semana le paga. Al rato se levanta y pregunta dónde puede conseguir un paquete de cigarrillos pues en ciertos conbini no venden. Se aleja para volver tras unos minutos con más cervezas. En esta ocasión me invita a mi también. Como no encontró tabaco pide cortésmente uno al solista, que está fumando. Mientras tanto el otro chaval me ofrece su guitarra y me pide que toque algo español.
La situación serí­a un verdadero aprieto de ser más temprano, pero a estas horas no hay un alma en la calle, de modo que acepto. Trato de recordar las notas del “paseí­llo” de unas alegrí­as de Cádiz de Tomatito, pensando que si este me escuchase “me mataba a pellizcos”. Pero el rasgueo no sale tan mal como esperaba… De hecho sirve de preámbulo para lo que se convierte en una jam session, de aficionados, pero jam session al fin y al cabo.

Uno de los múltiples estudios de ensayo existentes en la ciudad. En este también podemos encontrar venta de instrumentos usados.

Tras un largo rato el amable tokiota se despide para ir a dormir un rato, pero llega un nuevo músico que dice conocerme… Ciertamente me suena este chico, de aspecto fácil de recordar: de pocas carnes, pelo súper largo y liso, bigote a lo George Harrison y con una camiseta de tirantas de los Memphis Grizzlies que dejan al descubierto un enorme tatuaje en su brazo izquierdo. Se presenta con el nombre de Yasunari pero me aclara que en realidad su origen es coreano y se llama Teson Lee; vive aquí­ habitualmente y adoptar un nombre japonés facilita mucho las cosas en un paí­s con bastante discriminación hacia estas personas (aún). Me conoce de vista porque solí­a trabajar en una de las floristerí­as de mi calle. Parece un tipo muy enrollado. Saca de la funda de su guitarra un folio y empieza a dibujar algo. Me lo entrega. Son dos caricaturas: una suya y la otra del chico de la guitarra eléctrica, Takenaka. No dibuja a Morioka, el que toca las cuerdas de nylon, porque antes ha comprobado que ya aprendí­ su nombre.

El dibujo hecho por Teson Lee. Lo cierto es que el parecido es grande.

Yasunari se une al grupo y suenan fragmentos de algunos temas de Hendrix, Led Zeppelin, Creedence Clearwater Revival, Beatles, etc. Tiene una voz interesante, kakkoii.
Charlamos de música y parece como si las dificultades de la lengua fueran superadas por los conocimientos musicales compartidos. Allí­ a las dos de la mañana estoy sentado en el suelo con tres desconocidos tocando la guitarra relajadamente, como si de verdad conociera a estas personas de toda la vida. Y me pregunto: “¿no es esto genial?”.

La velada es de lo más apacible. Morioka insiste en invitarme a tocar con él en un café dentro de dos semanas, “hay tiempo para ensayar”, dice. Saca del estuche de su guitarra un CD en cuya carátula está escrito “Moriokamorio”, me lo entrega y me pide que lo escuche para tratar de aprender sus canciones: “podemos tocarlas juntos”, señala. Lo tomo agradecido mientras pienso en todas las veces que he escuchado aquello de que los japoneses son gente poco sociable.

Wakamono ni mo otoshiyori ni mo

Wednesday, June 18th, 2008

El tí­tulo de la entrada viene a significar algo así­ como “para jóvenes y ancianos”. Creo que le viene como anillo al dedo a la escena que me encontré esta tarde en Sannomiya:

Por cierto, el domingo tuvimos el placer de visionar el filme “Once”, una bonita historia sobre un músico callejero. Viendo esta foto me vino a la cabeza la pelí­cula de nuevo. Recomendable, por cierto.

Retratos “made in Japan”

Wednesday, May 14th, 2008

El pasado fin de semana se celebró la octava edición del Shinkaichi Ongakusai, el festival de música del barrio que lleva el mismo nombre. Era la primera vez que í­bamos y sólo pudimos asistir a los eventos programados para el domingo, pues el sábado estuvo lloviendo todo el dí­a.

Shinkaichi queda al oeste de la estación de Kobe, se puede llegar andando apenas cinco minutos. En esta zona de la ciudad encontraremos una calle larga que está flanqueada por unas grandes esculturas que muestran la silueta de un hombre ataviado con un sombrero. Dentro de esta calle está el edificio del Art Village Center, donde tienen lugar algunos festivales de cine interesantes (allí­ se celebró hace ahora cuatro años el Hispanic Beat). En una ocasión oí­ de la boca de un viejo residente que este lugar fue pionero en la proyección de cine en todo Japón.

Si uno sigue subiendo la calle en dirección norte se encontrará con una gran galerí­a que está llena de establecimientos de pachinko y slot, pero donde además econtraremos algunos de los restaurantes con más solera de la ciudad.

La zona fue antaño el centro de la diversión de Kobe, lo que ahora es Sannomiya. Es curioso que en la actualidad los ciudadanos se refieren al lugar como a un sitio peligroso y falto de interés. Es cierto que junto a Shinkaichi está Fukuhara, una zona llena de prostí­bulos, y aquí­ es inevitable establecer la conexión entre un lupanar y el hampa.

A favor del barrio de Shinkaichi puedo decir que a pesar de las pintas que podamos encontrar la gente suele ser bastante campechana, menos estirada que la que pulula por zonas supuestamente más “decentes”. Las primeras impresiones suelen tener poca validez en más de una ocasión, y en más de dos. Esto me recuerda cuando una vez mientras escuchaba a una chica tocar la guitarra en la puerta de la estación se me acercó un vagabundo y me ofreció un café…

Al final de aquella galerí­a de la que hablaba antes está en parque de Minatogawa. Allí­ colocaron el “main stage”, aunque a lo largo de todo Shinkaichi se sucedí­an las actuaciones de grupos de música de todos los estilos, hasta flamenquito tuvimos.

En Minatogawa Kouen también instalaron algunos puestecillos de comida de varios paí­ses (Corea, Sri Lanka, México, Ecuador…) y tenderetes de arte y artesaní­a.

En uno de esos tenderetes conocimos a una chica de origen coreano llamada Sai, muy simpática y bastante guapa. Estaba vendiendo sus postales, algunos muñecos y realizando retratos por 500 yenes. Esta que veis en la imagen es Sai:

Para ella posamos Ana, Yito y un servidor. ¿Nos veis parecido? 😉 :

El caso es que Sai no era la única chica que estaba por allí­ dibujando retratos, también estaba Chika Tanikawa, para quien también posamos pero esta vez por separado. Aquí­ tenéis una pequeña muestra de Chika en acción, video incluido:


Being portrayed by Chika from Javi on Vimeo

Y aquí­ estamos los tres, que parecemos recién salidos de un manga, Dios, qué guapí­simos 😀 :

Este señor era simpatiquí­simo, todo un crack. Tampoco quiso volverse a casa sin su retrato. Al despedirse de nosotros nos regaló un “adios” muy español y todo:

Mira que está lejos el Japón…

Wednesday, November 28th, 2007

El miércoles pasado os hablaba sobre el Osaka European Festival y acerca de la All Night Party que se celebraba en la madrugada del viernes al sábado en el Club Noon de Chayamachi, Osaka. Bien, pues allí­ estuvimos y allí­ tuvimos el placer de conocer a Pepe y a ílvaro Begines y a sus respectivas señoras, Concha e Inés, gente fetén que nos hizo pasar una velada de lo más agradable.

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De izquierda a derecha Inés y ílvaro, Pepe (con el cartel de “Por que se frotan las patitas” por detrás), un servidor y Ana.

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Los Palacios y el barrio de La Macarena en Osaka. 🙂

En el local se daba cita parte del elenco de representantes de los diferentes filmes que a Osaka han llegado para el Festival, además de un buen número de extranjeros (Ana y yo no éramos los únicos españoles, por allí­ andaba, por ejemplo, Manu, un malagueño que hace unos dí­as se dejaba caer por este blog, o un par de chicas, una granadina y otra albacetense, que trabajan en Parque España, buena onda) y no menos japoneses (Yito entre ellos). Buen ambiente.

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Aquí­ con Yito, Ana y Maasa, la intérprete y guí­a de la familia Begines.

Los hermanos Begines dieron un mini conciertillo que a buen seguro a más de uno nos refrescó la memoria. A mi me llevó a mi época de estudiante de bachillerato, y me di cuenta de la efectividad con que en aquel tiempo memorizaba uno las letras de las canciones. Pero no todas las canciones fueron del repertorio clásico de la banda, también pudimos escuchar temas más recientes como el que lleva el tí­tulo de la pelí­cula de ílvaro, “Por qué se frotan las patitas”. Y es que Pepe no ha dejado esto de la música en ningún momento (genial su álbum “Gira Mundial”, un directo de la gira que Pepe realizó con Kiko Veneno en 2002, y no menos su primer disco en solitario “Mi propia pelí­cula”, producido en 2004 por Kiko Veneno y su guitarrista Charlie Cepeda).

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El concierto.

Con ílvaro en la guitarra solista y su hermano en la rí­tmica y en la voz, tocaron junto a tres chavales japoneses de los que me contaba Pepe que les hicieron llegar desde Sevilla un CD con los temas que tocarí­an; luego, una vez en Japón y un dí­a antes de la All Night Party, el jueves, se reunieron para hacer un ensayito y al parecer los tí­os clavaron los temas a la primera. De modo que la cosa quedó de lujo.

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Pepe cantando por ese barrio de Chayamachi, “…de Osaka capital”. 😀

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Momento de feeling de ílvaro.

En fin, lo dicho, todo un placer recibir en Osaka a gente como ellos. Lo disfrutamos de lo lindo. Ojalá la pelí­cula triunfe por estos lares, de verdad lo merece.

Para cerrar el post voy a colocar unos fragmentitos de la actuación, un bocadito de lo que pudimos degustar los allí­ presentes. Espero que os guste:

Impagable escuchar “Japón” en Japón. 😉

“…y no nos deja el alcalde, porque es un malaje!”

Gran temazo. 😀

“¿Por qué se frotan las patitas?”, ¿no lo sabéis?, pues ya tardáis en ver la pelí­cula!.

Osaka European Film Festival

Wednesday, November 21st, 2007

El próximo fin de semana tendrá lugar en Osaka el 14th Osaka European Film Festival. En esta ocasión será presentada una pelí­Â­cula española dirigida por ílvaro Begines, el que fuera guitarrista del grupo sevillano “No me pises que llevo chanclas”. El film lleva por tí­Â­tulo “¿Por qué se frotan las patitas?”, aunque en Japón se llamará “¿Por qué te vas?” (escrito en katakana “ポルケ テ ヴァス”).
La verdad es que me alegro de que pelí­Â­culas como esta lleguen aquí­Â­, especialmente tras la representación que tuvo el cine español en el pasado Latin Beat Festival.
Además en esta ocasión un dí­Â­a antes de la proyección del filme habrá una fiesta en el Club Noon de Osaka, donde podremos disfrutar de una actuación de la banda liderada por Pepe Begines. ¿Quién me iba a decir a mi que mis ojitos iban a ver a “Los chanclas” tocando en Japón? (“mira que está lejo er Japón…“). Pues eso será el viernes, en la “All Night Party”.
Si queréis echar un vistazo al programa del evento lo tenéis aquí­.

cartel

Para el cartel del evento se ha usado el de la pelí­cula española.

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Detalle del programa del evento, donde se presenta la pelí­cula de ílvaro Begines.

Ruibal

Friday, October 26th, 2007

Me vienen a la cabeza poquitos nombres de músicos españoles dispuestos a plantarse delante de una cámara con solo una guitarra y su voz, así­ a pelo, sin arreglos ni mariconadas de estudio. Y me cabrea que un “monstruo” de la talla de Javier Ruibal no tenga el reconocimiento que se merece, me resulta indignante, por ejemplo, que sus álbumes no estén en las tiendas de música que suelo frecuentar por Japón, donde no faltan los CDs de gente como Alejandro Sanz o David Bisbal. Conste que no tengo nada personal contra ellos, hay a quien les mola y cada uno es libre de tener sus gustos, pero como en toda manifestación artí­stica hay niveles, y ocurre que en los más altos la subjetividad es menor.
Escuchen y comprueben… 😉 :

ZackKim

Wednesday, October 24th, 2007

Su nombre completo es Zack Kim Yong Woon y es un chico coreano nacido en Seúl, criado en Kuala Lumpur (Malasia) y con residencia actual en Melbourne.
Parece bastante joven y de hecho se trata de un estudiante que en su tiempo libre se dedica a la música. Curioseando por youtube he llegado a uno de sus videos y de ahí­ a su blog personal. Este chico es un prodigio. El hecho de interpretar dos melodí­as independientes no deja de ser difí­cil a pesar de que es lo mismo que se hace en un piano, pero en dos guitarras, con sólo dos manos os aseguro que es realmente una proeza, y además suena bien.
Echad un vistazo a los siguientes videos y si os quedáis con ganas de ver más entrad en su página web:

Jacket

Friday, September 28th, 2007

El disco compacto nos trajo un sonido de verdadera alta fidelidad a cambio de la pérdida de un formato de auténtico lujo. Yo soy de la opinión de que comparar la carpeta de un vinilo con la diminuta carátula incluida en una caja de plástico barato de un CD es querer quedarse con el personal. Creo que la industria discográfica se encontró de repente con todo un chollazo, pues sin duda el nuevo formato abarataba los costes de producción.

Otra cosa es que ganamos muchí­simo en cuanto a calidad sonora y posiblemente con el disco compacto se consiga hacer un menor daño medioambiental, no lo sé, pudiera ser, no tengo ni idea. Lo que sé es que un CD por muy nuevecito que sea no desprende el mismo olor que un vinilo al abrirlo, que la carpeta de un álbum de un treinta y tres revoluciones es a veces una obra de arte, que el sonido de las motas de polvo amplificadas a través del diamante de la aguja tienen una magia que los bits jamás podrán alcanzar, y que en definitiva el mero hecho de pinchar un disco requiere todo un ritual que al igual que ocurrirí­a en una ceremonia de té japonesa nos hace apreciar la obra musical de un modo infinitamente más profundo que al dejar un CD en la bandeja mecánica de un reproductor digital para después pulsar un botón.

Desde que sacamos el vinilo de su funda de plástico cuidadosamente, sin posar las yemas de los dedos directamente sobre el microsurco hasta que colocamos suavemente la aguja sobre él estamos recibiendo un placer que la era digital nos arrebata. Pasar un cepillo de terciopelo sobre un disco devolviéndole a este su brillo original es una declaración de respeto por la obra musical que tenemos entre las manos.

Hace un mes me daba una vuelta por los almacenes Tokyu Hands de Kobe cuando me encontré con una pila de antiguos vinilos perfectamente enfundados con un plástico protector que les daba un aspecto impoluto. “Será todo caspa, oldies japoneses”, me dije, pero lo cierto es que habí­a auténticas joyas, y todos marcados a trescientos yenes. De aquella pila rescaté todo un clásico, un álbum cuyo original ya tení­a en versión digital remasterizada, pero nada que ver con el que acababa de encontrar. Se trataba del “Let it be” de los Fab Four.

Arriba vemos el frontal de la carpeta y abajo su interior.

El vinilo me sorprendió por estar en tan buen estado de conservación. Se ve que su dueño lo trató bien. Además tuvo la delicadeza de dejar dentro una revista sobre el álbum en cuestión, publicada en 1978. Todo por trescientos yenes.

Y acerca de portadas de long plays os quiero hablar de un libro que cayó en mis manos hace poco. Su tí­tulo es “Record Jacket Junkie!!!” (レコジャケジャンキー!). Mirando el diseño de su cubierta podrí­amos pensar que se trata de un libro sobre The Beatles, pero no es el caso:

El libro, por supuesto, cuenta con una sección dedicada a los cuatro de Liverpool pero no es ni mucho menos un monográfico de la banda. Se trata de un repaso, no exento de sentido del humor, al diseño de las carpetas de algunos de los álbumes más representativos del mundo de la música contemporánea. Todo ello a lo largo de sus doscientas veintiséis páginas ilustradas a todo color. Se presenta el original de un álbum en concreto y se acompaña de los comentarios del autor (del libro) y de algunas fotos de réplicas o “parodias” (así­ son llamadas en el libro). Aquí­ vemos algunos ejemplos:

The Velvet Underground and Nico, 1967

Ban Ban Bazar, Shinjuku de matteta, 2000

Michael Jackson, Thriller, 1982

Takenaka Naoto, Resuraa, 1984

The Beatles, A Hard Day’s Night Soundtrack, 1964

The Pebbles, First Album, 1997

High Fidelity, Original Sountrack, 2000

Herb Alpert’s Tijuana Brass, Whipped Cream & Other Delights, 1965

Pat Cooper, Spaghetti Sauce & Other Delights, 1976

Sweet Cream, Sweet Cream & Other Delights, 1978

Soul Asylum, Clam Dip & Other Delights, 1988

Elvis Presley, Elvis Presley, 1956

The Clash, London Calling, 1979

Por supuesto “Let it be” también tiene sus parodias:

Scratch Bongowax, Let me be, 1998

Kaoru Jun, Ogawa Tomoko, Okumura Chiyo, Yuki Saori, 1970

皆さんのお気に入りのジャケットを教えて下さ~い。
コメントと一緒に、そのジャケット写真のリンクを付けてくれても良し!デス。

Para acabar os propongo que habléis sobre las carpetas que más os gustan en los comentarios. Podéis buscar un enlace a una foto y pegarlo junto a vuestro comentario. Será interesante. Yo voy a colocar dos que son de mis preferidas. Son más que famosas, no creo que haya alguien que no las conozca. La primera es “Abbey Road”, una obsesión que me llevó incluso a visitar el famoso paso de cebra y los estudios EMI en Londres:

La segunda es de uno de los primeros vinilos que compré en mi adolescencia, creo que pagué seiscientas pesetas en Sevilla Rock, qué tiempos. Es el “Freewhelin´” de Dylan:

Hi-life

Sunday, September 9th, 2007

ねえ、神様、あなたがもし本当にいるのなら。。。
Oye, Dios, si de verdad existes…

Os he hablado sobre Dekoboko Park en Sannomiya más de una vez ya, aquel lugar junto a la estación donde se dan cita los grupitos de música de la zona.
No deja de llamarme la atención el curioso sistema que tienen las bandas de rock aquí­ para promocionar sus bolos en las salas de conciertos de la ciudad, y es que lo hacen dando un mini concierto (lo de mini es relativo a veces) en plena calle y gratis. Allí­ les podemos ver, disfrutar de su música y al final ellos mismos se encargan de repartir octavillas con información sobre sus actuaciones, que esas ya sí­ son de pago.
Imagino que el “colegueo” acaba llenando los garitos, porque siempre que he ido a uno de esos conciertos la mayorí­a de la gente se conocí­a entre sí­. Además, cuando yo tocaba por las live houses de Sannomiya también me daban algunas entradas para que las tratara de “colocar” entre mis amistades. En la mayorí­a de las ocasiones los mismos músicos acaban pagando algunas de estas entradas, de modo que aquí­ se paga al local por su uso. Digamos que a los chavales les hace ilusión tocar en público y piensan que para llegar a algo es necesario pasar por ciertos locales. Bueno, visto que todos quedan contentos no voy a ser yo quien critique el sistema. Además es muy sano esto de la música.

Hace algunos dí­as ya les enseñaba a mis colegas Mari íngeles y Paco la citada plaza. Aquel dí­a actuaba una banda local llamada Hi-life, que me causó muy buena impresión.
Siempre que veo un grupito que me cae simpático trato de echarles una mano comprándoles algún CD, total, son 500 yenes.
En la imagen de arriba los podéis ver. Y abajo os muestro un par de fotos, una de ellos tocando en Payama Hiroba y otra en la que les estamos comprando un par de CDs.
También os dejo un video en el cual mi colega Paco hace su aparición estelar en los últimos segundos. Dedicado a él va 😀 .

Por cierto, el “guiri” de los pantalones cortos sí­ que no lo conocemos de nada. Se trata del tí­pico gaijin que no sabe guardar las distancias. Los hay a pares… 😉

Hula Dance

Thursday, August 2nd, 2007

この前、神戸のモザイクで散歩していた時に、フラダンスのショーを見た。
もちろん、踊っていた人たちは日本人だったけど、上手でした。
多分、映画 “フラガール“のお陰で、この踊りが有名になった、かなあ?!

La danza Hula es originaria de Hawai. Allí­ se dice que los primeros que interpretaron esta danza fueron sus dioses, a modo de ritual sagrado. En la actualidad es uno de los estilos de baile más populares de la Polinesia.
El caso es que hace unos dí­as paseaba por Mosaic, en el puerto, y pude ver una actuación muy peculiar, ¡Hula a la japonesa!

Recientemente se popularizó una pelí­cula japonesa titulada “フラガール “ (Hula Girl), en la que un grupo de chicas aprenden a bailar Hula para conseguir ganar el gran premio en un concurso: un viaje a Hawai. No he visto la pelí­cula, apenas vi algún trailer, pero entre el público femenino la cinta ha causado gran sensación. De hecho ahora han proliferado las escuelas que ofrecen clases de Hula, hasta en mi gimnasio han abierto una de estas clases.

Grabé un pequeño video para que lo vieseis vosotros mismos:

Este es uno de los carteles de la pelí­cula: