La culpabilidad de los necios

Ayer día 7 la tierra temblaba nuevamente de un modo preocupante en Tohoku. En el epicentro del seísmo, junto a las costas de la prefectura de Miyagi, se registraban 7.4 grados de magnitud en la escala japonesa (en tierra el terremoto alcanzó 6 grados en dicha escala). Esta vez todo ocurría durante la noche: el seísmo, la alerta de tsunami, los problemas en el suministro de electricidad… Aterrador, sin duda, pero en esta ocasión las consecuencias no rozaron la devastación de la vez precedente.

Desde la lejanía seguimos con aflicción la consecución de los trágicos eventos que van ya camino de cumplir un mes. Aún miles de personas continúan desaparecidas, aún hay miles de personas que siguen viviendo en refugios, pasando grandes dificultades en medio de un clima duro (en Kansai apenas hace 4 días que comenzamos a sentir algo parecido a la primavera, pero en el norte el frío sigue). Todas estas personas ayer vivieron un episodio más dentro de esta maldita pesadilla: lo de ayer no fue una simple réplica, imaginad por un momento la entereza mental necesaria que ha de mostrar un ser humano para sobreponerse ante una situación tal.

 

 

Miles de voluntarios de todo el país y también muchos extranjeros se han desplazado a la zona afectada para tratar de ayudar, es lo que verdaderamente importa ahora. Conozco a muchos que ya han empezado a colaborar en dichas labores y a otros que lo harán en breve, y me consta que están deseosos de poner su granito de arena, en ese aspecto se respira una humanidad asombrosa. Dentro de un ambiente así caer en el pesimismo y pensar que uno no puede hacer nada es incluso digno de desprecio. Todos podemos hacer algo.
A los que leéis esto desde España o desde América Latina os animo a exigir a los medios de comunicación de vuestros respectivos países la debida seriedad en el tratamiento de cualquier noticia relativa al desastre. Se está manipulando la información, se está mintiendo mucho, se está faltando al respeto de todo un pueblo, y no lo paséis por alto, también se nos está tomando por estúpidos. Medios a los que uno siempre ha atribuido una cierta seriedad están cayendo en la bajeza más deplorable.
Un modo de colaborar, dada la situación, es simplemente no dejarse manipular por estos indeseables. Podría enumerar una gran cantidad de ejemplos en los que no ha existido la más mínima ética periodística pero se me ocurre una mejor manera: permitidme que os presente el llamado “Journalist Wall of Shame”, donde se están recogiendo los artículos más bochornosos dentro de la cobertura de la catástrofe. Comprobad vosotros mismos cómo está el patio. A ese mismo wiki podréis hacer llegar cualquier noticia que consideréis inapropiada (en su redacción, contenido, forma, etc.) referente al tema.

Contrastando con ese sensacionalismo me alegra ver que hay honrosas excepciones que en su mayoría son artículos escritos de la mano de aquellos que de verdad conocen la situación. Por ello me llamaba la atención hoy la enorme diferencia que mostraba la línea editorial del diario El País respecto a un artículo que aparecía en el mismo periódico firmado por la escritora, residente en Tokyo, Yoshimoto Banana.
En fin, volviendo a lo de esas dignas excepciones os quiero hacer llegar un nuevo artículo de mi amiga Montserrat Sanz. Lleva por título “El ganadero de Fukushima y otras historias”, espero que os agrade su lectura, a mi me ha encantado.

3 Responses to “La culpabilidad de los necios”

  1. Me ha gustado mucho tu manera de llevar la reflexión. Te dejo este otro, por si te interesara: http://chiquienjapon.blogspot.com/2011/04/miedo-y-asco-en-los-medios.html

    Saludos!

  2. Lara says:

    No sólo en catástrofes se puede hacer sino que siempre se puede hacer algo. La diferencia la marcan aquellos que finalmente hacen algo, por poco que sea.

    El otro día hablaba con mi pareja lo increíble que me resulta las pocas personas que realmente hacen algo. No se trata de marcar la diferencia sino de no mirar para otro lado.

  3. Javi Kobe says:

    Chiqui y Lara, gracias por vuestros comentarios.
    Ya en su momento publiqué en este mismo blog los datos de la cuenta de Cruz Roja Internacional para hacerles llegar cualquier aportación económica. Honestamente creo que son de fiar, de hecho ya han comenzado a entregar las ayudas, concretamente 350000 yenes por cada familiar muerto o desaparecido. No es mucho pero es más que nada. Esta gente necesita mucha ayuda.
    Y no dudéis en viajar a Japón en cuanto podáis, será un modo de ayudar al país. Quedaréis complacidos con total seguridad.

    Un saludo.

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