Hace hoy 28 años que del revólver de un malaje innombrable salían seis balas del calibre 38, de las cuales cuatro impactaron en su cuerpo y acabaron con su vida (un inepto total el homicida incluso a la hora de perpetrar el asesinato).
A sus 40 años se apagaba el genio y comenzaba una nueva leyenda. Maldita la hora y maldita la falta que hacía que su “canonización” fuera anticipada.
Hoy, un nuevo 8 de diciembre, como todos los años muchos le muestran sus respetos. En Tokyo se ha hecho con un multitudinario concierto nombrado “Dream Power”, iniciativa de su viuda, Ono Yoko. Entre los artistas que han participado en el evento se encuentran Love Pshychedelico, Sean Lennon o la misma Ono Yoko, entre otros.
El dinero recaudado se destinará a la escolarización de niños asiáticos y africanos que viven en situaciones paupérrimas. Una buena causa y una inmejorable manera de honrar al artista.
Nunca he sido muy fan de los Beatles ni de Lennon, pero reconozco que es un artista irrepetible y uno de los más influyentes del siglo XX.
Su muerte fue un gran vacío para una generación entera de músicos, así que me uno a este recuerdo.
Un vacío que demasiado grande.
En mi caso puedo aseverar que mi vida sin Lennon hubiera sido muy diferente y con toda probabilidad mucho más sosa.
Gracias por comentar, Prognatis!
Por fin alguien que habla de ese asesinato sin hacer aquello por lo que el mamífero aquel asesinó a Lennon!! Esto es, nombrarle y hacerle famoso!