Volare

No puedo estar más de acuerdo con don Arturo Pérez-Reverte en su último artí­culo publicado en El Semanal bajo el tí­tulo “Robin Hood no viaja en avión”. Por desgracia comparto su sentimiento cuando cada año por navidades se acerca el momento de viajar a España. También yo he llegado a odiar los aeropuertos. Tanto pretender el control en pro de la seguridad en ellos no ha hecho sino convertirlos en una auténtica olla de grillos.
Hace unos dí­as, tras una breve desconexión del mundo del silicio propiciada por las vacaciones, repasaba algunos de los numerosos blogs que suelo frecuentar, el de un chaval castellonense que reside en Tokio, Alain es su nombre. Me hací­a gracia la entrada en la que narraba el contratiempo que le surgió en el mostrador de embarque del Aeropuerto de El Prat. El chico, acompañado de su mujer, volaba en clase turista y llevaba un sobrepeso de 15 kilogramos, exceso de carga por la cual le reclamaban el pago de 600 euros en concepto de facturación extra. Es obvio que a Alain se le escapó el “detalle” de comprobar el lí­mite de peso permitido por la aerolí­nea que operaba su vuelo, que como en todas las que conozco se reduce a 20 kilos por persona en la clase económica. Esta información está disponible en la página web de las principales compañí­as de transporte aéreo, además de estar impresa en el reverso billete que uno adquiere. Encaje de bolillos hacemos nosotros cada vez que tenemos que cerrar la maleta para que el peso cuadre.
Claro que por otra parte cabe dentro de la lógica pensar que 20 kilos sea una cantidad que se queda más que corta para alguien que viaja desde un continente a otro, mediando diez mil kilómetros de distancia, especialmente cuando esa persona reside en el extranjero y tan solo vuelve a casa como el turrón de El Lobo, por Navidad. También es una “mijita” incoherente que 15 kilos desde Barcelona a Tokio valgan casi lo que un pasaje.
Pero es que los aeropuertos y los aviones son hoy por hoy dos cosas faltas de toda coherencia. Y cito un párrafo del artí­culo de Pérez-Reverte:

“No hay mejor prueba de lo idiota del sistema que el cuchillo y el tenedor de acero que en clase ejecutiva entregan con la bandeja de la comida tras haberte despojado previamente, en el control de tierra, de las horquillas del pelo y el cortaúñas. Como si los terroristas y los malos viajaran sólo en clase turista.”

Como no menos estúpido es el hecho de que se limite el tamaño de frascos y demás recipientes que contengan lí­quidos, como el agua y otros refrescos, así­ como geles, pastas, lociones y aerosoles, a 100 ml. Digo yo que o se permiten o se prohí­ben en su totalidad, total, puestos ya a putear al personal… Pero claro, esto no les debe parecer tan estúpido a los que están haciendo el agosto con las ventas de las tiendecillas del aeropuerto y los duty-free, que menos mal que están libres de impuestos porque vaya precios…
Desde que estoy en Japón el precio de mi vuelo (siempre viajo en la misma temporada) se ha visto incrementado en unos treinta mil yenes y seguimos sumando. De hecho el pasado dí­a 12 cuando aterrizábamos en Kansai la misma compañí­a que nos traí­a hací­a una nueva subida de los precios.
Bueno, me ha quedado largo, de modo que hablaré del servicio que prestan las aerolí­neas otro dí­a.

3 Responses to “Volare”

  1. Wix Rocks says:

    Por no hablar del trato, casi vejatorio, que se gastan en los aeropuertos europeos.

    Charles de Gaulle en Paris está considerado el peor aeropuerto del mundo (en comodidad/trato para con el pasajero)… y pienso que no tiene ese galardon gratuitamente.

    Creo que ha sido el peor aeropuerto que he pisado, con los operarios mas sinvergíŒenzas que he visto. Un caos total. Si puedo evitarlo, nunca cogeré un vuelo de enlace en Paris.

    En cambio mi contacto con las aerolineas japonesas (JAL) y con los aeropuertos japoneses no fue tan duro. Quizás tambien el hecho de que te sientas en tierra a la llegada suaviza el contraste. Y a la hora de irte ves muy normal el trato japones en Kansai… pero una vez que vuelves a Europa… madre mia.

    Un saludo.

  2. Vidal says:

    A mi los de JAL me dejaron volver de Narita con 5kg de mas. Una cara entre susto y disgusto y convencí­ a la tí­a de facturación.
    Todo lo contrario que con British Airways por no hablar de iberia

  3. Gin says:

    Si no es mucho preguntar, cuánto vale un vuelo para Japón de una persona por término medio?

    Gracias y un saludo!

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